El Blog de Bambú

Rincón de estudio de japonés y otras reflexiones
Domingo de Animal Crossing New Horizons

Hoy el día ha amanecido frío y nublado, y al poco se ha echado a llover. Se ha vuelto uno de esos domingos en los que lo único que te apetece es envolverte en una manta con un café en la mano y mirar por la ventana, así que eso es lo que he hecho. Sin embargo, no podía dejar de pensar que estamos en medio del verano, y que este día parece sacado de noviembre, así que he decidido vivir una experiencia veraniega de un modo un poco más virtual, a través del Animal Crossing New Horizons.

Me compré este juego junto con la Switch a comienzos de la cuarentena el año pasado, y ha sido mi fiel acompañante durante este último año. Si bien han habido temporadas en las que he dejado de lado el juego, me he sorprendido a mí misma de mi capacidad de mantenerme constante con este juego, aunque fuera durante solo unos minutos al día.

El día en la isla ha transcurrido tranquilamente. A la mañana temprano, me senté en uno de mis rincones favoritos de la isla a respirar el aire mañanero mientras observaba a los peces nadar en el río.

Al rato de estar ensimismada en mis pensamientos me acordé que tenía todo un jardín de flores que regar, por lo que me puse mi mejor atuendo floral y manos a la obra.

Regando un campo de flores en Animal Crossing New Horizons

Una vez que hube regado mi jardín de flores y hube maldecido el juego por seguir sin dejarme obtener una mísera rosa azul, decidí pasarme la mayor parte del día pescando en el mar, con la esperanza de conseguir alguna de las capturas de la temporada de verano que aún se me escapan de las manos.

Pescand en el puerto en Animal Crossing

Cuando quise darme cuenta habían pasado ya varias horas, y el sol se estaba poniendo, por lo que corrí al otro lado de la isla a disfrutar del atardecer, que opino que es una de las cosas más bonitas que nos ha regalado este juego y que me alegraron más de una tarde durante la cuarentena de 2020.

Atardecer junto al faro en ACNH

Paseando por el bosque de camino a casa, me encontré con una pequeña lluvia de estrellas fugaces por lo que me detuve un buen rato a ver si conseguía algún deseo. Es cuando tomé esta instantánea que creo que me quedó bastante bonita.

Pidiendo un deseo al ver una estrella fugaz en ACNH

Cayó la noche, y con ella llegó la melancolía. Decidí visitar el cementerio de la isla, y rememorar las agradables veladas que pasé con los que fueron en su momento mis vecinos, que en paz descansen.

Cementerio de ACNH

Por último, y antes de apagar el juego e irme a dormir, me deslicé unos minutos a mi rincón favorito de la isla, a tener un momento íntimo con la luna y las estrellas. No se puede decir que haya sido un domingo muy corriente, pero tampoco se puede decir que haya sido desagradable.

De noche frente al mar

 

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