El Blog de Bambú

Rincón de estudio de japonés y otras reflexiones
Consejos para estudiar Kanji

Cuando te embarcas en esta aventura llamada japonés, el mundo del kanji te parece un muro inquebrantable, y para mucha gente lo será, pues no son pocos los que tiran la toalla debido a la frustración de no saber enfrentarse a ellos. En esta entrada os voy a demostrar que no son ningún muro inquebrantable. Los compararía más bien con un buen nudo marinero, y os voy a dar algunos consejos para que aprendáis a desenredarlo.

Estos consejos son básicamente el sistema que empleo yo a la hora de estudiarlos. Puede que estén bien o que estén mal, pero a mí me funcionan, y desde luego me gustaría haber descubierto este sistema cuando iba a la academia de japonés. Me habría ahorrado muchos quebraderos de cabeza.

Espero que os sirva.

1. Escribirlos

Cuando empiezas a estudiar kanji, lo primero que te explicarán es que hay una forma concreta de escribirlos, un orden de trazos que debes de seguir y que tendrás que respetar siempre que los escribas. Pensarás que eso es completamente absurdo. Como si no fuera suficiente el tener que aprenderlos y memorizarlos, que encima hay que seguir un orden concreto. Sin embargo, os diré una cosa: El orden de los trazos no es solo por estética, es más útil de lo que pensáis.

Mi primer consejo seguramente no sea una sorpresa, pero creo que es el mejor consejo que os voy a poder dar, y que me repito constantemente a mí misma: Practicar, practicar y practicar. No hay ningún atajo a la hora de aprender kanji. Otra cosa es que encuentres un método con el cual te sientas a gusto y te permita aprenderlos más rápido, pero sea cual sea el método le vas a tener que dedicar horas, muchas horas, y mucha repetición. A mí me gusta comprarme cuadernos para escritura de kanji, y los voy rellenando poco a poco. No cuestan mucho y así no tienes hojas desperdigadas por todas partes.

Al principio te resultará de mucha ayuda asociar los kanji que te estudies a algo. Nihongo Challenge te muestra los pictogramas originales de los kanji, y gracias a eso conseguí que muchos de los que me aprendí al comienzo se me quedaran grabados más fácilmente.

Por ejemplo, 田 quiere decir campo de arroz porque es, literalmente, un campo de arroz. En otras ocasiones soy yo la que hago mis propias asociaciones. Para mí, el kanji de padre 父 es y será siempre el símbolo comunista.

Con el tiempo, voy necesitando hacer menos de estas asociaciones inconexas, y empiezo a asociar un kanji con otro. Vais a ver los mismos radicales escritos una y otra vez pero combinados de mil maneras distintas. El truco es practicarlos, cada dos por tres. Hasta que se conviertan en memoria muscular y los escribas sin pensar. Me pasa a menudo que hay un kanji que estoy practicando que no me viene a la cabeza, pero dejo la mano en piloto automático y cuando luego lo compruebo veo que lo había escrito bien.

El orden de los trazos es importante, desde luego, pero que no se os vaya la vida en ello. Al estar acostumbrada a seguir siempre el mismo orden aprendo a escribir más rápido los kanji. Entonces, aunque esté escribiendo un kanji nuevo por primera vez, tardo muy poco en escribirlo porque sé por dónde empezar y por dónde continuar. Sin embargo, y como os he dicho antes, no desesperéis si no sois capaces de memorizar el orden de todos y cada uno de los kanji que hay ahí fuera. A menos que no queráis ser maestros calígrafos, dudo mucho que en el día a día tengáis que utilizarlos, y si fuera el caso, el kanji se sigue entendiendo. Yo admito que hay ciertos kanji que sé que estoy alterando el orden, pero a estas alturas del partido no creo que lo vaya a corregir. Intento respetar el orden siempre que puedo, pero hey, soy humana.

2. Memorizarlos

Una vez que te has familiarizado con el kanji y con el orden de trazos, el siguiente paso es no olvidarte de lo que has aprendido.

Constancia. Si te sirve escribirlos, escríbelos. Si te basta solo con identificarlos, descárgate una aplicación como Anki y juega con ella. Lee en japonés, o sigue a gente japonesa en Twitter. El caso es que sea una actividad repetitiva, que cada día estés viendo kanji, de una manera o de otra.

Como bien he mencionado antes, es muy útil hacer asociaciones, las que sea que te funcionen: básate en el origen etimológico del kanji para que se te quede en la cabeza, o más simplemente, usa tu imaginación y créate una historia.

Asusta lo rápido que te olvidas de ellos, sobre todo cuando estás empezando a estudiarlos. Por ello, acostúmbrate a repasarlos todos muy a menudo. Si puede ser todas las semanas. Con el tiempo se te quedarán grabados a fuego, pero para llegar a ese nivel hay que haberlos repetido muchísimo.

3. Practicarlos

Practicarlos en el sentido de saber ponerlos en práctica a la hora de escribir en japonés. No vale solo con reconocerlos. Una vez que has aprendido a reconocer un kanji, a entender su significado y a escribirlo, viene el siguiente paso, tal vez el más complicado. Usarlos.

Como sabréis, los kanji tienen lecturas Onyomi (lectura china) y Kunyomi (lectura japonesa). Lo normal es que por cada kanji existan numerosas lecturas Onyomi y Kunyomi. El método que nos enseñaron en la academia era el de memorizarnos las lecturas individuales de cada kanji, y luego nos mostraban palabras y teníamos que adivinar cuál de las lecturas se empleaba en cada palabra.

Según la teoría, las palabras que se componen de varios kanji emplean la lectura Onyomi,

動物

どうぶつ

animal

mientras que las palabras que emplean solo un kanji e incluyen hiragana al final tienen lectura Kunyomi

しい

あたらしい

nuevo

En la práctica, sin embargo, existen muchas excepciones. De hecho hay hasta palabras que emplean ambas lecturas

おうさま

rey

A mí este método de aprenderme el Onyomi y Kunyomi de cada kanji no me sirvió en absoluto. No era capaz de acordarme y me frustraba mucho conmigo misma. Cuando empecé a estudiar de manera autodidacta el año pasado, decidí saltarme la parte en la que me memorizaba las distintas lecturas, y empezar directamente a poner en práctica todos los kanji que me sabía. En mis apuntes y en todos los ejercicios que hice, si veía palabras de las cuales conocía su significado, y reconocía todos los kanji que la componían, los usaba.

En definitiva, olvidaros de las distintas lecturas por el momento y centraros en aprenderos las palabras. No intentéis memorizar que 動 tiene la lectura Onyomi どう y las lecturas Kunyoumi うごく y うごかす. Aprenderos que 動物 se lee どうぶつ y que quiere decir animal, y la próxima vez que os encontréis con ese kanji en otra palabra, por ejemplo en 運動会, a lo mejor no sabréis cual es la forma correcta de leer esa palabra pero reconoceréis que comparte kanji con 動物. Y cuando os deis cuenta que 運動会 se lee うんどうかい y que por tanto el kanji 動 se lee de la misma manera, la próxima vez que os encontréis con este mismo kanji lo asociaréis en seguida con la lectura どう. Haced este ejercicio con todos los kanji que conozcáis y os daréis cuenta de lo rápido que aprenderéis a reconocer sus lecturas.

Al principio me costó desprenderme de la comodidad del hiragana, me parecía incluso absurdo hacer esto porque creía que aún a pesar de que los había escrito mil y una veces, no iba a ser capaz de usarlos correctamente ni de acordarme de cuál usar. Pero lo cierto es que antes de que me diese cuenta, estaba escribiendo frases enteras con múltiples kanji sin apenas dificultad.

4. Leerlos

Recientemente he publicado una entrada llamada «Abandonar el furigana» en donde hablo de la importancia de dejar de lado el furigana a la hora de aprender a usar y leer kanji. Resumiría este punto en eso mismo.

Explicado de manera resumida, el furigana es el hiragana pequeñito que aparece a menudo en libros de texto o cuentos infantiles encima de los kanji y que muestran cómo se deben leer. De esta manera, una persona que esté empezando a estudiar japonés y haya aprendido solo el hiragana y el katakana, será capaz de leer un texto que contenga kanji gracias al furigana. Es una herramienta imprescindible para principiantes, pero también es imprescindible que eventualmente te obligues a abandonarla, si realmente quieres aprender a leer kanji.

A medida que voy aprendiendo kanji, voy aumentando mi vocabulario. Al comienzo, cuando estaba todavía empezando a introducir kanji a mis ejercicios, como me sabía muy pocos eran muy pocas las palabras que era capaz de escribir con kanji, y lo normal es que estas palabras formaran ya parte de mi vocabulario.

Ahora son muchas más palabras. Me ocurre a menudo que veo una palabra y reconozco sus kanji pero no sé que significa, por lo que a día de hoy el sistema que mejor me funciona es apuntarme todas estas palabras, tanto en Anki como en una hoja. De esta manera las practico todas, incluso aquellas que no suelen aparecer en los ejercicios del libro de texto y mantengo fresco este vocabulario.


¡Hasta aquí la entrada de hoy! ¿Qué método utilizáis vosotr@s para estudiar kanji? ¿Es similar al mío?

¡Nos vemos en la siguiente entrada!

Brandi

Photo by Yifeng Lu

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