Menudo mes.
Llevaba tiempo sin sentirme que no me daba tiempo a hacer todo lo que quería hacer, y qué sensación más maravillosa. La echaba de menos.
Empecé este blog hace cosa de tres meses, más o menos. La idea principal, y es algo que comenté en la primera entrada del blog, es que mi intención era centrarlo casi exclusivamente en mi progreso con el japonés, hablar del idioma, la cultura, la sociedad… Dejar un hueco también para hablar un poco de mangas, animes, películas y libros que me apeteciera compartir con vosotros. Ese sigue siendo el rumbo del blog, pero esto no puede ser un blog personal de verdad si no lo actualizo de vez en cuando con acontecimientos importantes que afectan radicalmente mi día a día. Pues siendo sincera, ahora mismo con todas las emociones que estoy sintiendo estos días, es de lo que más me apetece hablar.
Por tanto, me resulta imposible no dedicarle unos pequeños párrafos al que está siendo por el momento el cambio más drástico de mi vida desde hace ya un tiempo. Y es que me he mudado de ciudad, de país, y he empezado un trabajo nuevo.
Realmente no se trata de un trabajo trabajo per se, pues no es un contrato de trabajo indefinido, sino más bien una especie de prácticas. Pero es algo a lo que apliqué con mucha ilusión aunque sin mucha esperanza de que me lo dieran porque me parecía que todavía me quedaba mucho currículum para que ni siquiera consideraran mi candidatura. Pero para sorpresa mía, ¡Me cogieron! Por tanto, he tenido menos de un mes para organizar la mudanza, buscar casa (que menudo drama), gestiones médicas, administrativas, despedirme de amigos, familia, cenas, desayunos, cervezas, etc. Mucha actividad y mucha intensidad.