Mudanza completa, empleo nuevo
Menudo mes.
Llevaba tiempo sin sentirme que no me daba tiempo a hacer todo lo que quería hacer, y qué sensación más maravillosa. La echaba de menos.
Empecé este blog hace cosa de tres meses, más o menos. La idea principal, y es algo que comenté en la primera entrada del blog, es que mi intención era centrarlo casi exclusivamente en mi progreso con el japonés, hablar del idioma, la cultura, la sociedad… Dejar un hueco también para hablar un poco de mangas, animes, películas y libros que me apeteciera compartir con vosotros. Ese sigue siendo el rumbo del blog, pero esto no puede ser un blog personal de verdad si no lo actualizo de vez en cuando con acontecimientos importantes que afectan radicalmente mi día a día. Pues siendo sincera, ahora mismo con todas las emociones que estoy sintiendo estos días, es de lo que más me apetece hablar.
Por tanto, me resulta imposible no dedicarle unos pequeños párrafos al que está siendo por el momento el cambio más drástico de mi vida desde hace ya un tiempo. Y es que me he mudado de ciudad, de país, y he empezado un trabajo nuevo.
Realmente no se trata de un trabajo trabajo per se, pues no es un contrato de trabajo indefinido, sino más bien una especie de prácticas. Pero es algo a lo que apliqué con mucha ilusión aunque sin mucha esperanza de que me lo dieran porque me parecía que todavía me quedaba mucho currículum para que ni siquiera consideraran mi candidatura. Pero para sorpresa mía, ¡Me cogieron! Por tanto, he tenido menos de un mes para organizar la mudanza, buscar casa (que menudo drama), gestiones médicas, administrativas, despedirme de amigos, familia, cenas, desayunos, cervezas, etc. Mucha actividad y mucha intensidad.
Paso a paso
Hace un par de años me sentía que por fin estaba cogiendo las riendas de mi vida. Estaba progresando en todos los aspectos de mi vida, y me sentía muy realizada. Pero llegó el Covid. Supongo que todos os sentiréis identificados con lo que estoy escribiendo aquí, pues con la llegada de la pandemia y la cuarentena noté que mi vida se estancaba. Todos los planes de futuro que tenía se fueron al traste y todo lo que pudiera pasar se había vuelto una completa incógnita. Aún así, me considero muy afortunada, pues conseguí mantenerme a flote tanto emocional como en el resto de los aspectos de mi vida. Costó arrancar, costó mucho, pero una vez que conseguí poner la primera marcha la cosa empezó a coger carrerilla. Y heme aquí, un año después, más satisfecha que nunca conmigo misma, habiendo conseguido cumplir pequeños y grandes objetivos, y con la mirada puesta al frente.
En lo relativo al blog, debo decir que me siento un poco frustrada por el bajo ritmo de publicaciones que he tenido este último mes. Apenas llego a una publicación a la semana. Pero ahora que por fin después de un mes de locura absoluta he conseguido asentarme, tengo ya pensado volver a dedicarle el tiempo que se merece a este pequeño proyecto y así conseguir que arranque de una vez por todas.
Hoy ha sido el primer día desde que llegué a esta ciudad que he llegado después de una jornada de trabajo, a una casa con las maletas vacías, la ropa en el armario y la cama hecha. Me he cogido un yogur, me lo he llevado a la habitación y aquí estoy, escribiendo esta entrada mientras me como mi yogur al ritmo de una playlist de lo-fi con temática de Halloween. Ni tan mal.
¿Os habéis mudado vosotros recientemente? ¿Tenéis pensado hacerlo? ¡Contadme vuestra experiencia!
¡Nos vemos en la siguiente entrada!
Brandi
04/10/2021