Mi experiencia preparando el Noken 4 en un país extranjero

Llevo ya poco más de un mes viviendo en un nuevo país. La última vez que lo hice fue como estudiante, ahora lo hago como trabajadora. La sensación en ese entonces y ahora es bastante distinta, pero en ambas ocasiones muy chula. Para empezar, considero que todo el proceso de mudanza y de adaptación ha sido casi imperceptible. Aunque en las dos ocasiones ha sido un país europeo, el choque fue más grande cuando me fui por primera vez de estudiante, aunque también entonces no tardé mucho en hacerme a mi nueva vida.
Cuando me dieron la noticia a finales de agosto de que me tenía que mudar, una de las primeras cosas que hice fue ver si se podía hacer el Noken 4 en el país en el que estoy. Sin embargo, aquí los exámenes siguen cancelados debido a la pandemia, por lo que decidí apuntarme al examen en España para este diciembre. Si me lleváis siguiendo un tiempo, sabréis que me presenté al Noken 5 en julio. Y no, no es que en cuatro meses haya pasado de un nivel N5 a un N4, es que ya intenté en diciembre del año pasado presentarme al N5, pero por la pandemia se canceló el examen en mi ciudad. De manera que aproveché el tiempo y en enero empecé a estudiar el siguiente nivel.
Preparar un examen en el extranjero
La sensación es rara, no os voy a mentir. De repente te ves en un lugar completamente distinto, haciendo vida distinta, y el examen parece cada vez más lejano, menos importante. Si antes de mudarme le dedicaba gran parte de mi tiempo al japonés, ahora apenas le dedico unas horas cada dos o tres días.
Y es que tengo que repartir mi tiempo entre muchas otras cosas. Al salir del confort de mi casa, mis amigos y mi idioma a enfrentarme a un país nuevo, un idioma distinto, trabajo nuevo y gente nueva. Quiero estudiar japonés, pero también quiero conocer la ciudad, conocer a su gente, integrarme con mis compañeros de casa y, por si no lo habéis leído en mi Twitter, estudiar francés. Como estoy en un país de habla francesa y como estudié francés en el cole, si bien llevo años sin practicarlo, he decidido que si no me pongo ahora con el francés estaré desperdiciando esta oportunidad.
Los ritmos de vida aquí son un poco diferentes a en España. Se hace todo antes. La primera semana que llegué aquí, me agobié un poco cuando al salir del trabajo sobre las 6, veía que la gente se estaba yendo a sus casas a cenar. Para mí, las seis es la hora de la merienda o la hora de ponerse a hacer actividades, la tarde está empezando. Pero aquí a las 6 la gente ya está encendiendo los fogones y retirándose a sus casas. No ayuda que sea un país lluvioso y nublado. Diría que ese fue mi mayor choque cultural.
No es que la gente se vaya a dormir después de cenar. La gente sigue haciendo su vida hasta la hora de acostarse, pero para mí que cenar es lo que hago una vez he acabado con todas las tareas del día, tengo que admitir que cortocircuité un poco. No sabía dónde meter el estudio de japonés o francés.
Poco a poco voy retomando y readaptando mi rutina a mi nuevo estilo de vida. La mesa de mi cuarto es demasiado pequeña para estudiar a gusto, por lo que estudio en el salón. Procuro hacerlo cuando no hay nadie pero no siempre es posible. Por tanto estoy actualmente tratando de descubrir cafeterías por la ciudad que me permitan estudiar a gusto. Por ahora la misión está siendo un éxito. Ya he descubierto unas 4 o 5 cafeterías nuevas que me gustan mucho. También he probado la biblioteca al lado de casa. Lo único que me asusta es el precio del café. Espero no arruinarme.
Gestionar el tiempo
Como he dicho antes, cuento con mucho menos tiempo que con el que contaba antes. Cuando preparé el N5 estaba buscando trabajo o prácticas y tenía muchísimo tiempo para dedicarle al examen. Si bien es cierto que a un mes de hacer el examen me tuve que presentar a un examen de inglés y, bueno, durante la recta final no le dediqué una barbaridad de tiempo al Noken. Me confié. Y si bien aprobé el examen sin problemas, cometí demasiados errores para mi gusto por lo que me gustaría tener el N4 mejor preparado.
El N4 es un aumento de nivel. A este examen me presento con todo lo estudiado de manera completamente autodidacta. Estoy un poco nerviosa, sobre todo por el poco tiempo que le dedico. Tengo todo el temario completado pero cuando se trata de repaso le querría dedicar mucho más tiempo.
Motivación por suerte no me falta. Lo que sí ha sido más complicado ha sido encontrar la energía.
Pero sin duda alguna, mi principal reto estos meses ha sido encontrar tiempo. Septiembre lo he dedicado casi en su totalidad a la preparación para la mudanza, la búsqueda de piso, la despedida [Podéis ver la entrada aquí]. Octubre ha sido el comienzo del trabajo, la casa nueva, adaptación, volver a encontrar una rutina acorde, introducir al esquema un idioma nuevo, apuntarse a todos los eventos sociales que puedo para conocer gente.
Veremos cómo se desarrolla noviembre. Por ahora estoy confiada. Ya he encontrado una rutina (más o menos) y estoy bien asentada.